Bajo los rayos del sol
En un mágico sueño dorado
Vive una hermosa doncella
Vestida de rosas y sedienta de ternura.
Tan bella, que el agua, el cielo
Y las estrellas nacieron
Del suspiro de ella.
No hay hombre que pueda tocarla,
Ni el Dios que lo hizo,
Ni los peldaños de sus risos.
Pues tan pureza tiene
Como las aguas del olimpo que lo entretiene.
Su nombre, eco de las estrellas en el universo,
Hermosa melodía que en la mañana endulza mi vida cada día.