Sami Härkönen

Plegaria a la Muerte

Se que no podrás oírme,

se también que no podré verte,

y cuanto es el dolor desde que te fuiste.

Fui cobarde al dejarte ahí

quise auto protegerme del dolor,

quise conservar en mi memoria los buenos recuerdos...

quizá lo logré.

 

El tiempo fue esquivo conmigo y contigo,

se que tu adiós no es una despedida si no un hasta pronto,

la vida fue desdichada contigo y aun así peleaste,

peleaste hasta el final como un campeón,

como el ser fuerte que yo recuerdo,

se que los buenos momentos están en el corazón,

se que aun te siento aunque lejos estás,

que no daría por 5 minutos para decirte tantas cosas

y aun así aquí estoy, llevando mis votos a la luna,

esa luna tan pálida como tu silente rostro,

como cuando las despedidas se hacen eternas... ¿eternas?

no, no son eternas cuando te llevo en mi alma,

siempre lo hice aunque no lo pareciera,

quizá ahora lo comprendes bien, 

quizá comprendes toda tu existencia,

y te siento en paz, te siento feliz y me alegro,

era tu oportunidad para ser feliz,

luchaste contra todo y contra todos los retos de la vida,

te mereces mas que el paraíso en que estás,

te agradezco tanto por haber existido en el crepúsculo de tu vida,

cada enseñanza, cada acción, cada sentimiento lo llevo grabado en mi interior

y sé que cada vez que te hablo me escuchas,

siempre estas ahí,

se que no volverás,

se que la realidad siempre es mas dura que dejarse llevar por los sentimientos,

pero quiero que sepas que tu existencia estás tatuada en mi destino,

estas y estarás en todo lo que yo haga,

ahí en el horizonte, o en el viento,

en los indicios o en mi destino...

 

Se dice que la gente muere a diario,

pero para mi no has muerto,

las personas mueren cuando nosotros mismos las matamos,

los desterramos de nuestros corazones y de nuestra memoria,

jamás morirás en mi, jamás...

eres mi guía, el ángel que yo veía cuando era pequeño

y siempre, en cada voto de la luna estarás...

ese será nuestro portal para siempre.