alupego (Ángel L. Pérez)

NO SE CURA...

NO SE CURA...

No se cura la nostalgia,
evocando más recuerdos.
Ni sanan quienes se afligen,
hundiéndose en el olvido.
La nostalgia es enemiga,
de quien libre evoluciona,
en intensos pensamientos.
Quien no frena su camino,
con los perdidos momentos .
Quien no se aferra al recuerdo,
como la sangre a la herida.

En busca de la belleza,
caminó sin rumbo fijo.
Recreándose en lo pequeño,
saboreó lo distinto.
Y se paró deleitándose,
con lo cercano y lo vivo.
Subió riscos y colinas,
oteó el cielo infinito.
El perfume de la brisa,
alimentó sus sentidos.

No se cura el desamor,
flagelando lo vivido.
Ni se detiene a quien crece,
con fútiles artificios.
No se frena la codicia,
con prebendas y lisonjas.
Y no sana quien sucumbe,
a la rapiña y el vicio.
La Naturaleza canta,
con la inocencia del niño.
No se opone la inocencia,
ni al saber ni al raciocinio.

Que no se pierda la aurora,
que las tinieblas no reinen.
Que no se consuma el aire,
ni el Sol sus rayos repliegue.
Que cada átomo de vida,
crezca, madure y germine.
Que el humano se recicle,
mutando a noble y sapiente.
Que la magia siga viva,
en las flores y en la mente.

Rebelde nace la vida,
porque su ser es ser libre.
Y no frena su embestida,
ni la pena ni la sangre.
Su naturaleza crece,
como la luz matutina,
y en libertad se revuelve,
en el vientre donde habita.
Rebelde nace el amor,
que quiere volar sin límites.
Y el tiempo no le detiene,
si el sentimiento es potente

No se cura la nostalgia,
ni con pócimas ni afeites.
El recuerdo es juguetón,
y sin respeto, va y viene.
No se detiene un ciclón,
insuflándole más aire.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
19/08/2019