alupego (Ángel L. Pérez)

VIDAS QUE VIENEN Y VAN

VIDAS QUE VIENEN Y VAN

Cuando una vida se va,
se descubre la verdad,
de la inconstante existencia.
Una impronta que se queda,
impresa como una huella,
si deja esencias la ausencia.
Así, otra vida comienza,
junto al aura que se va.

Aprendiendo cada instante,
cada segundo es distinto,
al anterior que se fue.
En alerta los instintos.
Cada fibra disonante,
avisándose al unísono.
Cada experiencia vivida,
salta vívida y constante.

Materias que se disuelven,
como la espuma del mar.
Brisas que vienen y van,
como viajeras del tiempo.
Sonidos hechos de ecos,
que rebotan y se van.
Caprichosas las miradas,
que vienen y se retiran,
cual mariposas aladas,
que aleteando se arriman
a la flor que las cautiva
y retornan a volar.

Amores que se deshacen,
en los entreabiertos labios,
que dejan de suspirar.
Los ojos pliegan los párpados,
viviendo en la oscuridad.
Cada momento vivido,
es una herida infringida,
que se intentará sanar.
Dolores que van quedando,
en los diminutos huecos,
pletóricos de verdad.

Beso que hiere o que sana.
Beso que será mañana,
la minúscula mirada
posada en la inmensidad.
Beso que abruma y seduce,
como un extraño perfume,
que te arrebata y te abduce.
Beso que tan solo roza.
Una ráfaga marina,
acariciando la faz.
Beso prófugo que huye,
de las normas que le sumen,
en un eterno pesar.

Cuando una vida se va,
deja una luz encendida.
Un resplandor que guiará,
a quien siga su camino.
Sin conocer el destino,
sin vislumbrar el final.
En la eterna soledad,
sigue viviendo otra vida.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
17/08/2019