Al Duborg

Agonía bucólica

La corriente ya no riega

los caudales de su lecho

llora el meandro de miedo

 le han apuñalado el pecho.

  Triste el sigilo se niega

a bañarle las entrañas

cerraron su cremallera

al estero y a la vega...

¿dónde estarán los gigantes?

¿quién desnudó las montañas?

sin nieve en la cordillera

 las lluvias serán errantes,

grises volaron las garzas

 la laguna es polvareda.

 

El sol secó las lágrimas

de a poco seca los campos

sus heridas ya no sangran,

sin pisadas los descalzos,

no tienen rostros sus huellas.

 

De escopeta los balazos,

no son destellos de estrellas

el tapir cayó en sus brazos,

era la hembra más bella,

se hizo su alma pedazos

una más de sus tragedias

manchó la luna de marzo,

una hembrita y otro macho

fueron seis meses de gesta.

A los tres les dio un abrazo

amarga noche funesta

¡qué melancólico sentir!

 el hombre apagó la orquesta.