Bolívar Delgado Arce

SOFISMA

De la ternura y la distancia apenas

tengo un recuerdo,

sobrevivo sin encontrar mis  pasos

y no espero que el tal vez, el hoy o el mañana

no hagan presa fácil de mis carnes

atormentadas y doloridas por el fatídico hacer

y no hacer nada.

Irrenunciablemente dejé atrás olvidos

en cada gajo de los días desgajados,

partí rompiendo rutas de otros tiempos;

creí, que deshaciendo penas

también estaba haciendo.

Ahora, digo cosas tal vez dichas

y no me avergüenzo,

muriendo sin cesar otros también están viviendo

 así, sin ser y no ser nada

también vivo, y viviré aunque haciendo bufonadas.

A punto estuve a veces de encontrar la nada

y la nada -que de por sí ya es historia-

huyó de mí sin motivo;

en otras, -creí como todos-

que podría caminar sin hacer ruidos,

pero, el chasquido de los días hecho llanto,

el compás de corazón golpeando el pecho

abolieron mi exigua calma (si la hubo)

mis incongruentes gestos y mis ansias.

Mezclé, mi inquietud y mi esperanza

con ese devenir inexplicable de los astros,

se fundió mi parecer y mi distancia

cuando emprendí -a pesar mío- esta erranza...

Ya no hay ayer, ni mañana

solo hay tardes,

el largo trajinar se ha recostado en el camino

ya no hay futuro, ¿para qué seguir?, tampoco dudo

que no hay presente, ni ayer, ni el mañana.



                                            Bolívar Delgado Arce