Rafael Escobar

\"LOS MISERABLES\"

I

No hay dolor mas execrable

que el dolor del miserable.

 

Para el no existe justicia

nadie su pena acaricia

y aunque conserve pudicia

nunca tendrá dulce albricia.

 

Por eso jamás se asombre

que su paso no se alfombre.

 

Y siempre será probable

que se muera en la inmundicia

sin amor, sin fe, sin nombre.

 

II

Existen miles Valjean

que mucha piedad desean.

 

Mas \"honrados comisarios\"

con instintos sanguinarios

y conducta de sicarios

hacen de impiedad santuarios.

 

Y la ingrata sociedad

amparando su maldad

 

ignora los pisotean

con procederes sumarios

llenos de intensa crueldad.

 

III

A prisión millares van

por un mendrugo de pan.

 

Mas se encuentra por montones

los políticos ladrones

y las grandes religiones

que hacen del mundo jirones.

 

Y no conocen barrotes

por sus dorados lingotes.

 

Y eternamente verán

que gozan grandes mansiones

dándole al Cristo sus dotes.

 

IV

¿Porque si Dios es bondad

no conoce la equidad?

 

Porque el paria es de la vida

esa sombra entristecida

con la esperanza perdida

y que el \"gran señor\" olvida.

 

Y su mísera existencia

es un río de inclemencia

 

donde rumia en soledad

esa pena inmerecida

sin gozar una indulgencia.

 

V

¡Va la humanidad sin luz

envuelta en negro capuz!

 

Sus ojos los ha cerrado

y no observa al desgraciado

que se encuentra condenado

por un sistema viciado.

 

¡Todos le cierran la puerta

porque conciencia está muerta!

 

¡Y el pobre carga su cruz

tan solo y desesperado

en su vereda desierta!

 

VI

¡Que nuestro grito feroz

del esclavo sea voz!

 

Y que vibre con la flama

que el espíritu le inflama

a quien su llanto derrama

por vivir su triste drama.

 

¡Y brillaran sus auroras

con auras encantadoras,

 

pues seremos portavoz

de la colorida gama

de luces alentadoras!

 

Autor: Aníbal Rodríguez