Se me desgarra el corazón de sólo pensar que
Tu mente no me piensa más,
Que tus labios no pronuncian mi nombre,
Y tus latidos se desviaron hacia otro nombre.
¡Este deseo por verte!,
¡Éstas ganas por abrazarte!
Y se me detienen las ilusiones
Que fluyeron cuando tus ojos y los míos se rozaron,
Cuando tu sonrisa y la mía
En un beso sin besarnos se acercaron.
Tengo celos y apenas lo admito en este poemario,
El valor que no tengo de decirte en la cara,
Ni decirme a mi mismo sobre lo que me está pasando.
Me está quemando por dentro
El fuego del amor que te siento,
Me está consumiendo hasta el polvo;
Pretendo fingir que no existes,
Pero al cabo de unas horas
Mi corazón me traiciona.
Si quieres olvidame,
Si quieres no me hables,
Juega cuanto puedas con el humilde amor
Que por ti arde,
Pero no caigas en mis brasas,
Porque consumado serás del deseo
Ansiando incendiarte en esta llama,
Que hoy me quema y me arrasa
Y con la que sin ningún cuidado estás jugando.