Santiago Esquivel

AtardecĂ­a. (Recitado)

Atardecía.

 

Atardecía, el sol yacía derretido sobre el horizonte y el crepúsculo brillaba esplendoroso, Naranjo y púrpura, por encima del paisaje. Las calles, entonces, se repletaron de ausencias y se preguntaron porqué dejaste huérfano tu nombre. Atardecía, el poeta estaba solo y solo escribía poesía, lagrimas de nubes caían sobre el techo y esa fue la mejor melodía. Atardecía, la luminiscencia cumplía fecha de defunción y los colores vagaban moribundos por el paisaje. Atardecía, la luz huía desesperadamente y los ladridos de la luna mordían un atardecer desgastado. Atardecía, el crepúsculo moría en manos de su destino y la luz daría la última de sus pinceladas. Ya no atardecía, el crepúsculo yacía derretido sobre el horizonte...
Dejo de atardecer.