¿Qué dirías si hoy, te dijera que te quiero?
¿Cómo sería la suave curva que delínea tu mano?
¿Cómo tu hablar?
Qué dirías, y qué pasaría por entre tus pensamientos
si en medio de esta velada entrecortada
mis rodillas tocaran gustosamente el nivel del mundo en que caminas
para decirte …que te amo…?
Cómo interpretarías mis imperfectas palabras, cómo me contemplarías?
Yo llevo tu nombre rondando mi alma y mi cuerpo,
a la espera que mi cobarde corazón pueda descifrar su dilema finalmente,
esto es, que no hay vida antes, …ni después de ti.
Que he descubierto la luz en tus ojos,
ese inexplicable calor en tus labios rojos,
y que para saberse vivo necesita depositarse en tus manos.
Sin nada a cambio.
Sin importar el día, sin importar la hora,
…. Sólo que sea en tus manos.
Qué pensarías si supieras que prosigo una canción enamorada
que se quedó atrapada en un instante de mi tiempo
mientras leía tu nombre en una de mis tantas hojas escritas por mi
y que no logro deshacerme de ella, por más que he querido.
Cómo quisiera saber si tu corazón espera trascendencias de mi corazón.
Saber, por ejemplo, si tomarías junto a mi, la misma Rosa del destino,
…por puro, amor.
En fin, son tantas, … son miles de incógnitas.
Y, es…. infinitamente ella. Pero un solo y tímido yo.
Don Alejandro Montes