Julieta Iallorenzi

EL ESPEJO DE NARCISO


Hacer el bien

No te hace bien,

Solo te hace

Ser bueno.

No esperes premio

Por los gestos ofrendados.

No son devueltos

Los regalos

Del ser emanados.

Son extractos de dones,

Para transmutar

Los ajenos dolores.

Que no embellecen

El reflejo de narciso,

Ni llenan de dádivas

Tus piadosos regazos.

Pretender remuneración

Por una buena acción

Es tan solo

Otra máscara del egoísmo.

Lo bueno de ser bueno

Es guardar un paraíso

En los latidos

Estar ligero

En eje

Sin remordimientos.

Aunque la suerte

Teje escarmientos

Para los altruistas

Sin disfraces.

Otro héroe inadvertido

Cubierto de cicatrices,

Sabe que el galardón

De ser bondadoso

Es estar en paz

Con uno mismo.

Por mas que de la faz

De la tierra te quieran

Desterrar

Quienes rescataste.

Son buenos en ser malos

Y cargan resentimientos,

Su espejo pantanoso

Es traicionero

Y su corazón

Un pozo séptico desolado.

Paranoides mirando los rincones

Temiendo un ataque

A cada lado

Cuando el malvado

Está tan cerca

Justo adentro

En su rostro.

Y de su cuerpo

Una caja sin apertura

Una cárcel sin llave,

No pueden fugarse.

Y pesan grávidos

Desequilibrados,

Créeme que no necesitan

Un terremoto

Su interior ya es

Un alboroto.

Otro espejo roto de Narciso.

Ser benévolo

Es una cofradía sufrida.

Para los frívolos

Una quimera desconocida.


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS