MANZANILLA

EL RUISEÑOR Y SU RUISEÑORA...

Como hoy va de ruiseñores...

 

Enamorada de su ruiseñor

una ruiseñora se moría

mientras en sus brazos se dormía

en los pétalos de una flor

 

recordando sus plumas al viento

cantaba y cantaba  a su amor

mientras un torrente  florecía

lleno de luz y color

 

que su ruiseñora se bebía

era una estrella la que se mecía

en un universo derretía

entre sus alas, pétalos en flor

 

cantando de noche y de día 

hay una escuela en el corazón

de aquella pequeña avecilla

que a la pálida luz del sol, se dormía

 

y con su pico besaba y besaba

a su compañero, al que tanto quería

era la tarde triste y fría

en la mirada, el dolor fluía

 

palidecían las ramas

que con tristeza se mecían

aquel nido soñado

aquella estrella que en el cielo, se dormía

 

que bonito que era

despertad, cuando viene el día

y en el hueco de las alas

de su amor, sonreía

 

y cantando enamorados

juntos, muy juntos

en las ramas de la encina

se besaban y arrullaban

 

y volando hacía el manantiál

el agua de su boca se dában

entre la verde hierba

entre la que los dos jugaban

 

besos que se lleva el viento

entre las luces empañadas

bello romance de amor

de dos aves enamoradas

 

un paraíso había en sus coplas

un gran sentimiento en sus almas

un corazón de oro y perlas

en un joyero que rebosaba

 

de tierno amor y cariño

que latía bajo sus alas

un corazón humilde y sencillo

pero grande cuando cantaban

 

¡ que bonito romance de amor

entre dos pajarillos !

¡ que hermosa lección !

¡ cuantos suspiros !

 

esto no lo pintan

ni los mejores pintores

esto solo lo recitan

los poetas que saben de amores

 

era una cuna este cuento

hasta que  en la tierra parda y fría

están goteando dos lágrimas

que son las tuyas y las mías

 

ruiseñores de mis sentimientos

que en el corazón vuelan y cantan

entre las nubes del cielo

hay un nudo en mi garganta

 

y el ruiseñor, bajo sus alas

bajo el calor de su aliento

a su ruiseñora acurrucába

era su siléncio un lamento

 

sus alegres trinos

ya no se escuchaban

la tarde soñolienta se dormía

hacía frío bajo las ramas

 

enamorada de su ruiseñor

una ruiseñora se moría

en los pétalos de una flor

ya no vive la alegría

 

un paraíso había en sus coplas

un  gran sentimiento en sus almas

y en el fondo de sus ojos

un torbellino de lágrimas...