Julieta Iallorenzi

EL AGUJERO NEGRO


Solo quiero

Ser la nube

Que propicie

Tu lluvia.

Solo quiero

Ser la brisa

Que te avisa

De lo incierto.

Solo quiero

Ser el rayo

Que ilumine

Tu tormento.

Solo quiero

Ser el astro

Pasajero

En tu destino.

Solo quiero

Ser el efluvio

Que arrastre

Consigo

Tus reduvios.

Solo quiero

Ser el fuego

El abrigo

De tu invierno.

El paisaje

Que miras

Respiras

Y pisas.

Las estrellas

Que decoran

Tus deseos.

Solo quiero

Ser el mundo

En tus pupilas

En tus sentidos.

Regalados para ti

Todas las pulsiones

Todos mis latidos.

Que sin tu presencia

Sin tu tierra caliza

Permanecen dormidos

Apagados

En una soledad

Que se eterniza,

Escribiendo

Con blanca tiza

Todo lo que te quiero.

Aunque seas la galaxia

Lejana.

Aunque seas

El agujero negro,

Que troca

Que succiona

Y arrastra al olvido

Todos los elementos

Queridos

Para ti servidos.

Deseabas

Cócteles de ambrosía

Mas soy aqua fría

Gélida y salada

Un mar inmolado

De lagrimas formado

Que canta y ruge

Querer estar

A tu lado.

Por mas que

Entero el cosmos

Hayas tragado

En tu nekro hueco

¿Que harías

Con tanta magia

Y tanto desconsuelo?

Sin suelo

Que te reciba

Sin compañía

Para explorarlo

Sin sueños

Que te sueñen

Sin ángel

Que te preste

Su amor alado.

Tendrías

El mundo entregado

Pero paralizado.

Si las ondulaciones

De las olas

Si las danzas

De las llamas

Si las habaneras

Del viento

Si las vibraciones

De la tierra

Se mueven,

Por un corazón abierto

Por un querer que te eleve.

Nada harías

Absorbiendo el universo

Si del ensueño

De esta vida

No te despiertan

Besos tersos,

Que solo quieren

Ser trozos

Para que armes

Tu rompecabezas.

Y poseas

El orbe completo.

Mi afecto

Son las piezas,

Y el cariño altruista

La verdadera riqueza.

Que mueve la tierra

Enciende las pasiones

Y te pone a ti

En la realeza.

Solo quiero ser

El trono de tus logros,

La corona

De laureles

Que consagre tu gloria.

Aunque me vuelva escoria

Que rehuyes

Que desdeñas

Que olvidas.

Para ti el brillo

De mis días

Para ti canciones

Poemas y tesoros.

Si me dejas

No dejarte.

Si me permites

Ser el coro

El clero

Que entone con decoro

Mil encantos

Y cánticos

Que demuestren

Que te quiero.

Como el tallo

A las flores,

Como el árbol

A su fruto.

Solo quiero

Que me des

El reconocimiento mudo

Que fui;

La musa que inspiro

La ninfa que extasió

El ángel que te protegió

La esposa borrosa

Que siempre te amó

El genio de la lámpara

Que los deseos

Te cumplió

El demonio

Que tus mas hondos

Secretos descubrió.

Y pudo ver

En un agujero negro

Un atisbo de luz,

Y prefirió desintegrarse

Para que no cargues

Tu cruz.

Solo quiero

El agradecimiento silencioso

Por mi sacrificio victorioso,

Para que reines sin matriz

Para que cada ruta

Cada rumbo desventurado

Te haga feliz

Sin cicatriz.

Solo quiero

Que al mar

Le des una rosa,

Y al viento

Una oración dichosa

Tan fuerte que la oiga

Tan directa que me llegue

Me envuelva y me recuerde

Que mi querer por ti

Fue la experiencia

Mas hermosa.

Y aunque me destruya

Diré aleluya

Si tus ojos garzos

De diamante

No me hubieran mirado

Penetrante

Nunca me habría

Visto yo

Ni visto del mundo

El esplendor.

Me voy con ese

Ultimo sabor

De tu labios,

El color

De un pasado mejor.

Me desvisto y me despojo

Te heredo mi gracia

Mi don.

Fue un honor

Encontrar en ti

La redención.

Pretendo que

Con lo que me queda

Lo que te transfiero

Sea tu grandiosa creación.

Y me des

Cada tanto

Una vela

Para encender el alma

Que en desvelo te anhela.

Nunca taches

El nombre de la escritora

Que te ama ahora

Y después

De su hora sepulcral.

Cuenta su historia verdadera

Es la única vida eterna

Que nos queda.

Concédeme ese

Postrero gesto

Y como recompensa

Cumplirás afanes e ideales

Harás las utopías reales.

Es todo lo que quiero

Mi nombre sobre el tuyo

Indeleble en el cielo.

JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

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