Jose Eduardo

Desde una foto y una tarde

La tarde opaca aún no amanece

tras tus ojos de niña en columpio.

La foto, casi amarilla del tiempo y muchos grises,

(salvo tú)

se diluye en todo el hastío de mi ayer.

Encallo hoy en mi impaciencia

y pido a Dios me devuelva tus colores.

Y nada más.