ubik

RIPIOS IRACUNDOS

El club de la jauría

se reserva el de derecho de admisión

les ofende una existencia

de ceguera tan pura

que anticipe su voz putrefacta

restregándose

entre corazones de mal agüero

nunca dieron la oportunidad 

de conversar 

y por eso  llaman iluso

al condenado de sus funestos monólogos

agonizas aliviado

recordando la luz violeta del poeta