jesus urquiola

¡habitación 09 !

¡Me Observaron sus Ojos! como centellas, expresivos, fijos e insinuaron algo más que una mirada; se atrevieron sus labios y me cautivaron sus besos, correspondí a su cabellera teñida de azabache y reflejos de marfil sobre la diadema de su delicado cuello que develaban las pulsaciones de sus pechos de talla moderada, aromáticos, finos, rígidos y Sabrosillos. Yo quise más que sus bustos y concurrí con suaves bocados a la definida plenitud moldeada de su abdomen para deleitarme en su dulzura mientras reposaban a ciegas sus ojos que nuevamente me atraparon al son de unos sollozos que cubrieron la vergüenza sobre el pliegue de un dormitorio alquilado ante el póstumo placer de una sensata desnudes femenina que decoraba mi experiencia.