Al Duborg

Sin tribulaciones

Atrapadas en la tentación

las aflicciones se decantan,

el eco se oye gemir...

en el fondo de una cántara.

El deseo escurre entre besos

las caricias no descansan,

mientras él desgasta su piel

ella desgarra su espalda.

Un vuelco agita su pecho

la hembra ahora cabalga,

y casi llegando a la meta

los miedos huyen del alma.