Alexander Elías

Travesía en reversa y viceversa

La vida pasa y mata todo

olvida todo, apaga todo

No es el tiempo el que se va

somos nosotros

fantasmas jubilados del espanto

cansados de cargar

las pesadas cadenas del recuerdo

Una vez fuimos felices

eso pocos lo sabemos alguna vez

construimos arcoíris de pensamientos

cuando todo era claro presentimiento 

generoso, brillante, abrigado y ameno

Pero ya nos hemos ido

abandonándonos a nosotros mismos

dejando sin remedio ni retorno

lo vivido a destiempo 

olvidando y masacrando las mañanas

con esquirlas de silencios

Alguna vez fuimos jóvenes

 éramos radiantes por dentro 

e incluso en fracciones de segundos

llegamos a sentirnos eternos

tuvimos en los ojos toda la luz del mundo

y nuestras bocas rieron sin parar

hasta que nos dolió todo el cuerpo

como hoy nos duele el desconsuelo

de sabernos pretérito pluscuanperfecto

La vida pasa

y arrasa con ella todo lo patético

se va haciendo venias

y muecas con aplausos al desacierto

Se va la vida como una puerta

en el vaivén de sus goznes sempiternos

se va, se va y de tanto irse

permanece en reconstrucción

todo el tiempo

Pero a veces la vida se estanca

pudriéndolo todo

y con su latir contamina todo

con su respirar infecta todo

y el tiempo fluye congelándonos de vértigo

y somos como náufragos

en las aguas celestes del Universo

De pronto ya somos del club senecto

y estamos fritos, arrugados y muriendo

pero aún así fuimos felices

como anarquistas

invitados a la defunción del estado

y de todos sus adeptos

La vida es un misterio

y se niega a quien la revende

en bajas esferas a altos precios

se trunca la vida en muerte

cada vez que perdemos el horizonte

del corazón y sus anhelos

La vida es vida

y solo hay que vivirla

aunque de tanto vivir

nos vayamos muriendo