Jose Luis Santiago

A MIGUEL HERNANDEZ

 

TU ERES ALMA

 

Pastoreando cabras

por voluntad Divina

te hiciste tú poeta

recitando valentía.

 

En pobreza naciste

rico en sabiduría

con esta tú creciste

con la misma vivías.

 

Cuando yo te sentía

mi cuerpo temblaba

cuando te cantaba

mí ser se sobrecogía.

 

Buen amigo fuiste

de Ramón, su compañía

el corazón le distes

en una hermosa elegía.

 

Poeta de miserias

reflejo de codicias

de Dios eres Alma

Alma de Dios viva.

 

LLORANDO POR MIGUEL

 

Una cebolla llorando

la tierra regaba

con lágrimas rogando

por Miguel con sus nanas.

 

A oídos de Dios llego

nana encebollada

fue tanto el agrado

que le causó la nana

 

que un ángel envió

a la tierra del poeta

para cantar los versos

que Miguel recitaba.

 

Cabrero, poeta justo

tus versos, vida clara

por Juan son cantados

proclamando tu fama

 

de tu lucha dorada

en carne enceitada

de amor entregado

en el yugo del alma.