VICTOR SANTA ROSA

SIN VOZ.

                SIN VOZ.

                                                       

 

Tu boca de pronto enmudeció

cual sepultura de un beso,

en tu pecho un suspiro obseso,

réquiem del ósculo que murió.

 

Tu alma doliente y mustia,

se vio por el cristal de tus ojos

y una lágrima velada de angustia,

mostró del amor sus despojos.

 

Tus labios también callaron,

vedando un pálido te quiero,

cual rosario que no rezaron,

ante indolente sepulturero.

 

Y ese beso a esa rosa,

que en tus labios agoniza,

aunque efímera es hermosa,

y en la muerte se eterniza.

 

El silencio calló también,

en la angustia del adiós,

me pregunto:¿Ahora quién?

Sera eco de tu voz.

 

Autor: Víctor A. Arana

(VÍCTOR SANTA ROSA)