alicia perez hernandez

Todo acabó esa noche...

Todo acabó esa noche...

 

Todo acabó esa noche

el sentimiento y el pensamiento,

la inspiración y la alegría,  

y la poesía se vistió de luto y ella también

la protagonista de su poesía, su musa. 

se escribió llanto y dolor en Granada Esp

y se borro el verso de amor, enmudeció su voz.

Ella buscó el amor en cada poesía dedicada para ella,

ella quería sepultar tanto dolor que estaba sintiendo,

no volvió a enamorarse de la poesía, 

renunció a sentír en su corazón la inspiración. 

Ni quería pensar en que no tendría mas sus besos.

¿Cuantas veces besó esos labios con pasión?

quería retener en su mente los momentos que vivieron juntos

esa fría noche ha sido la mas dolorosa de toda su vida

cuándo recibió la noticia parecía un trueno y la ensordeció,

el llanto de sus ojos se congeló, eran como cristales.

¿Era amor o era costumbre estar siempre con él?

¿Se preguntó muchas veces, porqué no podía vivir sin él?

Esa noche cómo árbol seco tronarón sus huesos de dolor,

con sus ojos hinchados de tanto llorar, se durmió

con deseos de no despertar nunca más.

Esa noche había muerto su poeta, el amor de su vida.

él era quien la inspiraba a escribir poemas de amor,

ella quería morir junto con él no deseaba vivir.

Él la lleno de amor y la hizo su musa, era su poesía,

le escribió sonetos, versos y poesías llenos de amor,

la vistió de novia y la coronó con amapolas españolas, 

como símbolo de tanto amor qué ella merecía.

Más no hubo un adiós, solo un gran silencio de dolor

esa noche.  El viento de Granada lloró a su poeta...

sólo un suspiro escapó de ella y un dolor atravesó su corazón.

porque supó qué su poeta se había ido al reposo de los justos…

Ésa noche de luto se vistió la poesía y ella enloqueció de dolor

Y no hubo mas poesía sólo una tumba fría…

Ella quería darle su vida deseaba que viviera para ella

y deseaba su poesía, su voz y sus ojos hermosos.

La vida sin él no sería vida, solo dolor y soledad.

Con tristeza recordó su mirada y sus besos ardientes difícil de olvidar.

ella no volvió a sonreír, enterró con él todo su amor y su poesía

Sepultó en la tumba amor, recuerdos, besos y poesía.

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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