Agustín Vega

Hades mío.

Incéndiame la mirada

con tus ojos de fuego

y haz cenizas mi alma

quemándola en tus adentros,

 

seamos un caótico infierno,

vida mía,

donde sea la entropía

quien dirija nuestros cuerpos,

 

en un vaivén acalorado

dónde no existan las pieles

y sean los corazones quienes

bailen calcinados.