SirJorge

Una mirada y la batalla de La razón vs El corazón

Una mirada puede cambiar todo, es un instante donde se crea una conexión entre dos personas, puedes ver su alma, su corazón, se crea un instante donde no tienes un control de lo sientes, de lo que piensas, y aunque creas que tienes control pierdes el piso, y empiezas a perder la razón y lo único que tiene control de tu cuerpo es tu corazón, control de tus pensamientos, de tus movimientos, de tu habla, te vuelves torpe al comunicarte y no sabes que hacer.  

 

Tratas de tu parte racional retome el control, pero vuelves a cruzar miradas y ese sentimiento se vuelve más fuerte, tu corazón late más rápido, te pones nervioso, tiemblas y sabes que algo no está bien. 

 

Vuelves a intentarlo pero tu corazón te grita “¿porque quieres dejar de sentir?”… tu cerebro por más que le diga “No es para ti” el corazón no escucha, no le importa saber que ella no es para ti y es cuando empieza una batalla entre la razón vs el corazón. 

 

El corazón ve un alma hermosa en la otra persona ve tanta bondad y tanto amor que lo único que quiere es sentir ese calor que irradia su alma, quiere sentir ese amor que tiene en su corazón y ser parte de ella.  

 

La razón lucha por explicarle al corazón porque no debiera encariñarse con esa alma, pero cada día que conoce más a esa alma se da cuenta de porque El corazón siente eso, se da cuenta de porque se pone nervioso y porque cada día pareciera que pierde la batalla ante esa alma y no puede controlar al corazón, y empieza a perder la batalla y deja crecer lo que siente el corazón y es cuando empieza a creer en que pudiera conquistar a la otra alma, y así es como se empezó a cegar por el corazón y perdió la razón. 

 

Cuando el corazón le ganó a la razón solo creo una ceguera, la razón no podía ver lo que iba a pasar y cuando ya fue tarde, la razón se dio cuenta de que era una batalla a no ganar, esa alma era libre y su corazón estaba entregado a esa libertad y enamorado a ese sentimiento.  

 

En ese momento la razón aceptó ese destino, esa alama tan hermosa su destino era ser libre, aunque aceptado el destino la batalla empezó nuevamente entre la razón y el corazón. Solo que el corazón, aunque entendía ahora a la razón, se había enamorado de la otra alma. 

 

El corazón puede entregar más de lo que la razón puede controlar, al menos a este corazón no lo pudo controlar. 

 

Solo faltaron unas miradas para que el corazón ganara y se perdiera la razón. 

 

Pero como en toda batalla siempre hay perdedores y ganadores, aunque el corazón le ganara a la razón, la guerra fue perdida porque esa alma no fue conquistada.  

 

Y así fue como el corazón aprendió que debe de hacerle más caso a la razón.