Alejandro José Diaz Valero

Festival de sabores

 

Al salir de la escuela

en horas del mediodía

el cepilladero se veía

en una paciente espera.

 

Un festival de sabores

brotaba de las botellas,

y sus bonitos colores

adornaban las aceras.

 

De piña, cola o limón

de guanábana o parchita

era la misma emoción,

todas eran favoritas.

 

Raspaba el bloque de hielo

mientras los niños gritaban,

y pedían con esmero

aquello que les gustaba.

 

 Cepillados con sabor

a los años de muchacho;

espantaban el calor

De aquellos momentos gratos.

 

Tengo en mi mente grabada

de esos años primeros:

Los gritos de la muchachada

comprando al cepilladero.