Verano Brisas

MAR - K - 46

En medio de mundial expektativa,

kada cierto tiempo, en un lugar kualkiera

(barko, isla o kontinente),

los más poderosos se reúnen para hablar de paz.

 

En medio de la selva impenetrable

la prudente anakonda se prepara

junto a las grandes y húmedas korrientes,

a esperar la llegada de su presa.

 

Vecinos del abismo y de la kumbre

(nutridos por el sol vivifikante y el agua generosa),

los heridos trigales se desangran

frente a la mirada de los restañadores.

 

Y más profundo aún (dentro del kosmos,

donde subyace lo deskonocido),

yo, hombre de mar abierto y de silencios hondos,

busko el testimonio de tu amor, las kausas y la pena.