Mil maneras conozco de adorarte
y sentir tus alientos expresando,
el deseo infinito de entregarte
a caricias que dejan suspirando.
No pretendas tratar de rebelarte
a lujuria que tu alma está quemando;
pues tu sabes que puedo conquistarte
y llevarte a mi lecho tiritando.
Es mejor te despojes de apariencias
y te dejes llevar por la corriente,
de esos fuegos que marcan existencias
con la llama voraz de amor candente,
y que llenan la vida de experiencias
para hacer de pasión un cielo ardiente.
Autor: Aníbal Rodríguez.