alupego (Ángel L. Pérez)

ENTRE LOS HUECOS QUE QUEDAN

ENTRE LOS HUECOS QUE QUEDAN

Siembra el verso el cantautor,
para que germine al viento.
El mensaje es del color,
que va cambiando por dentro,
para salvar el dolor.
A lomos del viento vuela,
para superar el tiempo.
Y va rozando las células,
dormidas del corazón.

Grácil velero acunado,
por suaves líquidas manos.
Arrullado por las olas,
que le impelen como soplos,
de un aliento agigantado.
Procelosas las maneras,
o plácidas cual remansos.
Cada beso de la mar,
a su fin le va acercando.

Piruetas del corazón,
con sabores variados.
Ama odiando en su interior,
variopinto y desalmado.
En cada latido vive,
y la pasión sobrevive,
con cada nueva pulsión.
Retorcida sensación,
que desafina y conmueve.

El viento lleva la esencia,
en bandazos desplegada.
En sus cabellos el néctar,
que en el tiempo se propaga.
Etéreas manos que esculpen,
la luz de la madrugada.
En los sueños la mirada,
que libera y que descubre.
Sonidos en el silencio,
para que nunca se escuchen.

El Sol se acostó temprano,
para pintar la penumbra.
Y de puntillas la Luna,
se fue asomando a hurtadillas.
Cambió de tonos el manto,
que tapa la calentura.
Así, sueña la criatura,
entre reflejos de ébano.
Entre las sábanas vive,
el amor y la locura.

Lejos se fueron marchando,
pero cerca se quedaron,
añoranzas y desvelos.
A la grupa del ensueño,
se va forjando la vida.
Con las realidad perdida,
solo se queda el deseo.
Amores que se diluyen,
como hebras de centeno.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
15/07/2019