Patricia Elena VILAS

MUNDO DE SOMBRAS Y DE TORMENTOS

El dolor  más fuerte roza el silencio

conduce al infinito, sonido de estrellas.

Los pensamientos se descolgaron del mundo,

rogando verdades al mar de versos olvidados.

 

La soledad y el desconsuelo recorren

los espacios entre tu muerte y la mía,

en un atardecer despojado de amores

y colmado de inexplicables angustias.

 

La escalera me conduce al infinito,

tristes sonidos devuelve el baile de la muerte.

Es un enigma tu grito mágico, inusitado,

alma viajera, absorta y desmembrada.

 

Sombras de cristal encontré en mi camino,

el profundo dolor de mis entrañas

vaga silenciosamente por las montañas,

despojado de amores, tristezas y tempestades.

 

Una túnica blanca me recibe al amanecer,

los cristales de tu historia reflejaron

la ternura del tormentoso silencio,

oscuro abismo, la soledad no basta.

 

El beso alado brillaba en la atormentada niebla,

nacido de oscuros suspiros, olvidos y angustias,

sepultado por antiguas locuras

y sombríos amaneceres.

 

En el ocaso mutilado de pensamientos,

mi  frágil alma vagó por el mundo

en busca de sombras que paso a paso

encierran mi nombre en sombrío abismo.

Ojos polvorientos desafiaron

las sombras de la eterna primavera,

luz de negros candelabros iluminan

mi ilusionado mundo de tormentos.

 

Joviales armonías del amor que ya no existe,

revoltijo de cuerpos en la oscuridad del barro

donde la noche disfrazada de ausencia

se abre a fuego lento desafiando las oscuridades.

 

Soy una sombra dando vueltas,

la palabra duerme en el último columpio de la plaza

aguardando tu sombra desvanecida

en la siniestra bruma de la noche.