Me gustaría creer que el tiempo regresará
Pero se que el espacio me lo impedirá
Es por eso que al cielo me pongo a gritar
Pidiéndole una oportunidad más.
Voy recorriendo por todo el cuarto
De tanto recordar yo me harto
Es por eso que abro la ventana
Y una brisa de invierno me rodea como si estuviera en una montaña.
Miro y veo dentro del espejo
Un mundo donde solo hay oscuridad y miedo
Me doy cuenta que hay algo similar
Que no solo hay eso en este mundo sino también hay despecho.
Miro el techo y solo encuentro soledad
Veo que la lluvia que son lagrimas que caen en la ciudad
Las estrellas son las luces entre la mortalidad y la perfeccionalidad.
Me gustaría creer que el tiempo regresará
Pero se que el espacio me lo impedirá
Es por eso que al cielo me pongo a gritar
Pidiéndole una oportunidad más.
Miro dentro del espacio del ropero
Ante el se me revela mi ser verdadero
La luna crece a través del agua que hace reflejo
Todo esto queda dentro de un sello.
Después de mucho tiempo decido de mi cuarto salir
Todas las puertas se empiezan abrir
Corriendo de mi lugar me dirijo al bosque
Donde la niebla y el frio siempre dejan su toque.
De repente termino en una laguna
Junto a alguien de gran hermosura
Y en sus manos esta esa fruta que representa lo prohibido
Todo lo que en mi vida había querido…
Realizar.
De las sombras mi yo verdadero le quita esa fruta
Ella ante esa acción se que sin habla
Esa pequeña deidad cae a la laguna
Se dio cuenta que no la quería tomar.
Me dice que en algún momento del mañana
Ella volverá junto conmigo a este lugar
Donde crecerá de nuevo esa pequeña deidad
Se desvanece junto con el frio y la niebla.
Los dos nos dimos cuenta
Que lo que le pedimos al cielo fue otra oportunidad
Y se presento en dos formas:
La pequeña fruta de lo prohibido que al mismo tiempo
Era una deidad y la mujer que me ofreció todo esto una ves más.