ADANS BECMAN

EL GORRIÓNCILLO ENAMORADO DE LA LUNA...

En las noches claras

miraba el cielo azul

un gorrióncillo

enamorado de la luna

mientras se columpiaba

en la rama, que fue su cuna

pasaba la noche soñando

que la alcanzaba y la besaba

y al venir el alba se dormía,

hermoso cuadro

de una pobre avecilla

y siempre se recogía temprano

para soñar, que tenia

a la luna en sus manos

y piaba y reía

serenata tras serenata

y cantando se dormía,

caballos de bronce cruzaban el cielo

por los campos de la fantasía

las estrellas suspiraban

un corazón tan pequeño

y cuanto amor en el había,

se vestía el alba de mil colores

tocando campanas venía el día

el sol miraba perplejo

mirándose en su espejo

en el arroyo que corría

y se perdía  a lo lejos

despertaban las encinas,

y a volar, pequeño gorrióncillo

que hay que buscarse la comida

de las espigas con las que juega el viento

el trigo manso que te convida

y vuela alto, muy alto

buscando a tu prometida,

en el aire se pierde la mirada

y uno piensa, lo bella que es la vida

las cosas sencillas, que tan poco cuestan

y que llenan el corazón de alegría

el amor verdadero,  ¿cuanto vale ?

si lo tienen hasta los animales

hay que pararse a pensar...

Pero seguiremos con el cuento

del pequeño gorrióncillo

que ya ha debido crecer

pero sigue enamorado de la luna

y que cada noche con ella se ve

por los bordes de las esquinas

va besando sus reflejos

esto ya es un amor añejo

es pura rutina

con sus alas arropa a su amada

y la luna le corresponde también

poniendo brillo en su mirada,

y se pasa las noches en vela

en el blando colchón de su rama,

la noche se hace cielo

el amor es terciopelo

suspira el alma

y yo me quedo pensando

que al fin y al cabo

la vida se pasa

y quizás un mal día

esté vacía la rama,

con que tristeza mirará la luna

cuando repunte el alba

y ya no se escuchen

las canciones que cantaba

aquel gorrión que se ha dormido

en la cuna de su alma...

En las noches claras

miraba el cielo azul

y ¡ como reía y cantaba !

pasaba las noches soñando

que la besaba y la abrazaba

aquel gorrióncillo enamorado

de la luna, que ahora por el lloraba...

 

Pequeño cuento

para el que sueña con nada...

 

ADANS BECMAN. El Poeta de la Esperanza.