Gustavo Espinoza

Dime

Dime,

que tus ojos me llaman,

 que busco tus labios,

pero no solo buscar, 

sino encontrar. 

Dime, amor mío,

que tu alma y la mía son uno,

y nada,

y todo.

Dime,

que la noche está por llegar,

y otro día por vivir,

pero lejos de ti,

pero cerca de tu espíritu,

acariciándole con palabras,

con oraciones,

exclamando cuando te veo:

¡hermosa mirada!...

 

y la mía enamorada.