Jair Sierra

Décima vez en tu cama.

El doblez de las sábanas
que en ese cuerpo resbala.
El beso, mi boca avala
y las caricias pelvianas,
de esas manos puritanas.
Los roces, de labios míos
que henchía esos amoríos.
Los abandono, los pienso
y recojo; blanco lienzo.
Ahí acaban esos líos.