Lo intenté,
Intenté hasta lo que nunca creí hacer.
Pasé por la calle de la amargura
donde mi castigo fueron tus argumentos
que cargaba sobre mí una pesada culpa.
Ví amaneceres preguntándome qué hice mal
¡Arreglémoslo! supliqué, mas no quisiste escuchar.
No quisiste darnos una última oportunidad,
y es triste que a mi lado no estás más.
Un día me pediste que busquemos a Dios
y empecé el grato viaje de conocerlo a Él.
Al parecer tú no sabías qué es lo querías,
no supiste que más inventar,
mientras yo encontraba, para mi alma
una paz de la que no quiero escapar.
Encontré ese amor que no falla,
ese perdón que mi alma necesitaba,
buscábamos ese oasis de alegría,
este propósito en la vida.
Ahora vivo tantas experiencias
que causan dicha a mi existencia.
Pero, ¿Por qué me soltaste la mano?
¿Por qué me llenaste de excusas?
¿Por qué aprovechaste y me hiciste sentir insuficiente?
Hay muchos \"Por qué\" viajando en mi mente.
Solo puedo seguir con la certeza que lo intenté
e iré por la vida orando por tu bien
orando por tu paz
y que algún día tu también disfrutes
de esta paz de Dios que no tiene final.