Criollísima
Amo la naturaleza,
amo a los animales,
si la gente no fuera tan complicada los amara a todos,
amo a todos los seres vivo porque tiene que ser así
sobre todo amo a Dios y a mi Madre.
El llano es un lugar esplendido donde puedes admirar,
los ríos, las rocas, el pasto, los animales todo aquello
que te ofrece la llanura inmensa, ese aroma a mastranto,
a bosta de ganado, al olor rico de la carne en vara, del sabroso
sumo de caña de azúcar que te da el trapiche con su toque de limón, de un café recién colado, desayunar con leche recién ordeñada,
un huevo criollo, queso, suero y natilla fresca,
unas caraotas refrita, almorzar con cachapa con queso,
con cochino, pescado,
eso sí es un buen desayuno ¡Que rico¡
Cabalgar en un caballo, ver los toros coleados,
vivir un amorío, en esas vacaciones al llano,
beber agua de manantial colocada en tinaja
comer frutas recién cosechadas.
Esos dulces criollos que son tradición en semana santa,
dulce de leche, de lechosa, de plátano, bienmesabe,
cabello de ángel, arroz con coco, que sabroso
es tu estadía en el campo, respirar aire puro
comer sano, dormir la siesta en un chinchorro bajo
la sombra de un árbol, el olor a tierra cuando empieza
a llover. Describir todos esos gratos momentos es extender
este escrito, solo cierren los ojos y déjense llevar hasta ese lugar.