Pitufopoeta

EL INFIERNO

EL INFIERNO

 

De lejos vengo amada mía

y entregarte quiero una rosa

con toda ilusión y alegría...

con ella ofrecerte el amor

porque tú eres mi bella flor

la mujer más dulce y hermosa.

 

Y si aceptas mi petición

 entremos en un paraíso

de locuras y desenfreno

de fantasía y perversión,

pasión y apetito carnal

de ilusiones y liviandad

de lujuria y excitación

de deseo y obscenidad.

 

Seremos el fuego encendido

del gran volcán en erupción

como ríos de lava ardiente

buscando el valle enardecido

para adentrarse con pasión

en las olas del mar hirviente.

 

Seré ese demonio que apague

de tu infierno el fuego candente

porque ando excitado e impaciente

por ser el dueño de tu ser.

 

Hacer que te sientas mujer

adentrándome en tu interior

y con desmesurado ardor

convertir llamas en placer.

 

Tendremos una noche plena

de besos con sabor a fluidos,

sudores, gritos y gemidos...

cuando mi hombría entre en escena.

 

... Son los amores prohibidos

que la pasión desencadena.

 

Mángelbe.