Anngiels Simplemente Mujer

QUIEN SUPO

 

 

Al poner mis labios en sus labios

Sentí el vértigo, el fuego y el ardor

Mi mano en su cuerpo fue testigo

De su sangre revuelta en combustión

 

Quien supo de su lujuria y sus besos

Quien supo ser dueña de su amor

Tuvo ardiendo por siempre su piel

Y su recuerdo jamás se extinguió

 

Quien puso sobre su cuerpo su mano

Jamás pudo apagar la hoguera

Su boca era como el fuego

Incinerando una selva entera

 

Yo supe de su amor y de su entrega

Y supe de su piel siempre encendida

Yo supe consumirme en la candela

De su lengua jugando a hurtadilla