Margarita García Alonso

La asquerosa tienda

de harapos y huesos del corazón. Yeats.

  

No necesito escribir este poemario

no me fuerza la poética

no creo en nada de otro puedo hacer

 

sé de plantas, de astros,

de grabados y combinas de colores,

puedo teclear absurdos dígitos

 

Apenas he ganado

27 pesos cubanos

por una muchacha que se asusta,

 

no es por dinero

que taladro la pata de la cama.

 

No soy responsable

si cae un bolígrafo

sobre el ojo del cíclope,

o me dejo chupar como

una doncella inocente

acompañada de una lluvia

de palabras que no flotan,

       no arropan

           solo

       se instalan.

 

Tampoco resucito muertos

no sano, no busco amigos,

de hecho pocos han quedado

si sacudo

los moscones

de la tienda.

 

Pero el hueso,

la densidad del hueso

que quiebro con martillo

me perfora la piel.

 

No sé si deba comentar

que el trapo es limpio

no sé si me querrá el espanto

si asquerosamente exponerme

es por fetichismo,

o una limitación malsana.

 

Años que me defiendo

con las manos sucias

cuando esto se acabó

hace un buen rato.

 

del Cuaderno

Breviario de margaritas, Editions Hoy no he visto el paraíso, 2013

Un demonio, al nacer,

me dio el arte cruel de ensangrentar

la peña y de escarbar en la herida.

Charles Baudelaire.