Evardo

JUNIO

Jackeline fue su nombre aunque Claudia lo precedió,
llenó con la luz de sus ojos de alegría esa estancia,
llegaba una nueva vida, empezaba su infancia,
y con su carita linda, la vida a sus padres alegró.

 

Un angelito parecías, como cualquier niña al nacer,
pero no sabían que durante toda la vida lo ibas a ser,
que crecerías y al pasar los años tus dones de mujer,
reflejarían la belleza que adorna hoy todo tu ser.

 

Naciste bendecida. En tu regazo puso Dios la alegría,
que emanas por todos lados por donde sueles pasar,
con ella contagias a quienes en ti se pueden fijar,
y con tu linda sonrisa enseñas la verdadera felicidad.

 

Ideó el Señor tu esencia llenándola de primaveras,
conteniendo en tu ser toda la gracia de su presencia,
esa que a borbotones por los poros de tu piel brota,
esa que sueles llevar siempre con la misma elegancia.

 

Otro año más de dichosa vida en este mes celebras,
y motivos para festejar sin duda muchos tenemos,
quienes podemos gozar con tu hermosa presencia,
dichosos de celebrar contigo siempre estaremos.