Mauro Enrique Lopez Z.

En mi alcoba

En mi alcoba descansando, tratando
de escribir un poema o prosa el verso
no se me ocurría, nada de pronto mi teléfono sono, contesté, era una invitación para ir al campo; ¡era muy
tarde! le dije no puedo, no tengo que
llevar, no voy a ir con las manos
colgando, eso me causa pena en mi, porque cuando voy, mi llegar es alegría, mis manos llevan para cervirce un
bocado ¡como marisco! es que asi estamos acostumbrados preparar en cocina en leña, y sentir esa suave brisas por las noches, escribir un verso, dormir
plácidamente, y que llegue la aurora,
que el canto del gallo me despierte
feliz y no un sonido de un carro, ¡que bonito! pero me quede dormido
apenado, sin poder escribir la prosa
de amor, como estoy acostumbrado.