La antiquísima sabiduría de sobrevivir
trasparenta a Santa Catalina
quien grita
no merezco escuchar música,
no merezco palabras,
no merezco mirada,
no merezco mano,
mis manos con tinta y carbón
han dibujado rostro
mi mano negra
clava el puño en la esperanza,
el puño quiebra
el gozne de la puerta
apenas respiro, como si viniese
de descender escaleras
interminables escaleras
de madera sagrada
que son, cada día, lo son menos
en el subterráneo pestilencias
en cualquier lugar que me escondo
pestilencias, caja de gatos,
en el fondo
- sin creencia particular-
mis propias cucarachas
mordisquean el pie
No merezco una hora,
pero tomadme,
tomadme mansa.
DEL CUADERNO Zupia, 2016
Editions Hoy no he visto el paraíso