Izandro

Eres...

 

He andado desgastando los pasos de mi alma en el camino,

Y absorbí­ la tierra húmeda en el medio de mi piel,

Para saciar así la sequedad de mi garganta casi humana;

Te he buscado entre las flores de un jardí­n tan olvidado,

Y también bajo la sombra de un algarrobo viejo y triste,

Te busqué sobre la arena del arroyo que marcó mis pasos,

Y bajo la luna que cansada ya dormía;

Eres como el sol que entibia mi piel tan frí­a y tan clara,

Y también como el lucero,

Que adorna la oscuridad de mi mirada,

Eres como el mar, tan ampli­o y sin palabras,

Y quizás también como la brisa,

Que me acaricia enamorada;

Aprendí a contar las flores,

En el jardín de tus aromas,

Y a renunciar querer saber,

Cuanta arena hay en la playa,

Aprendí a andar por caminos sin sendero,

Y me alumbré con una luz de la Luna apagada,

Me tenté a acariciar tus rosas,

E impregnarme del perfume de tus Dalias,

Y me enamoré del silencio de tus frases,

Que me hablaban con tus miradas;

Eres la suma de los pedacitos de mis sueños,

Y el resumen más perfecto,

De mi amor por ti querida amada,

Eres el amor en todas sus letras,

Y la caricia perfecta de tu piel sobre la mía,

El tibio aliento de una palabra ahogada,

Y el beso más dulce y tierno,

De mujer enamorada…

Eres,

La que duerme, en el centro de mi cama.