Rafael Escobar

\"ATARDECER DE PASIÓN\"

 

La seguí por la senda de laureles

y mi sombra su sombra perseguía;

parecían románticos rondeles

los reflejos del sol, que se extinguía.

 

Al llegar al dintel de su morada

la abracé de manera lujuriosa;

y me dijo, con voz apasionada:

¡Hoy seré entre tus brazos mariposa!

 

Me cegaron los rayos luminosos

que manaban la luz de sus pupilas;

despedían anhelos tempestuosos

como lagos con aguas intranquilas.

 

¡Y con dulce jadeo en sus alientos

sacudía de mi alma sus cimientos!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.