EDUARDO FAUCHEUX

SÉ... ¡Y SERÁS! (... Y SERÁS LO QUE DEBAS SER)

SÉ... ¡Y SERÁS! (... Y SERÁS LO QUE DEBAS SER)

... Neil Diamond ingresó a la Universidad de Nueva York para realizar estudios premédicos. Allí coincidió nuevamente con Herb Cohen en el equipo de esgrima.
A menudo se aburría en las largas clases, distrayéndose en la composición de canciones. Empezó a faltar a las clases para dirigirse a Tin Pan Alley, donde intentaba que algunos agentes musicales escucharan sus canciones. Cuando estuvo cerca de obtener su graduación, la discográfica Sunbeam Music Publishing le ofreció un trabajo como compositor en el que le pagaban 50 dólares a la semana. Diamond abandonó la escuela y aceptó el trabajo. 35 años más tarde, la universidad le otorgó el título honorario. El músico afirmó al respecto: \"Si no me hubieran ofrecido ese trabajo como compositor, actualmente sería un médico\".

Está muy claro que no tiene nada de malo ser médico. Pero, gracias a los Cielos, no lo fue. Podría haber sido uno de los mejores... nadie lo podría asegurar; pero, seguramente, no se sentiría realizado como lo está, siendo lo que, hoy, es.
Ahora, en el 2019, ya tiene 78 años. Con poca cuerda en el carretel, ha dejado tras de sí tanta cantidad de cuerda que posee una obra enorme de creatividad y genialidad.
Entonces, al final, cuando uno equivoca su camino, inevitablemente las circunstancias se encargarán de que se pueda volver al correcto. Muchas veces, uno se toma más tiempo del recomendado para abandonar su equivocación (vaya uno a saber el porqué... inercia... ignorancia... cobardía... indecisión... rutinas... tradiciones...) y, rápidamente, se envejece espiritualmente, porque uno nació para ser lo que debe ser y no para los que los demás quieren que sea.
Si se tomó la decisión correcta y aunque no se llegue a ser lo exitoso que se pretendía ser, uno podrá lograr obtener la mayor fortuna que cualquier poderoso (o no) debería ambicionar: SER FELIZ.

 

 

Por esas extrañas cosas que tiene la Vida,

 que pasan por curiosas causas desconocidas,

me han surgido algunas raras circunstancias

que han abierto nuevos portales a mis ansias...

***

Equivoqué mi camino en mil erradas decisiones,

subproductos de mal interpretadas vocaciones;

fueron por mi temprana falta de experiencias

y por el orgullo joven de mi post-adolescencia.

***

Trabajosamente, y con un enfermizo desgano,

con esfuerzo y con el Tiempo como cruel tirano,

combatí en mis propias vanas e inútiles batallas,

buscando el éxito y el oro en devaluadas medallas.

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Tras años de perder tiempos y muchos combates,

la historia de mi vida dio un vuelco, como remate,

cuando la chispa que espera e ilumina al desesperado

se produjo, cierto día, un mes de enero, muy acalorado.

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Cuando eso ocurre, es muy fácil reconocer dicha condición,

pues no me quedan dudas que han enviado ¡una bendición!

Todo cambia, todo brilla más, el espíritu se regocija y exalta,

todo lo que se necesitaba, de lo que carecía, ¡ya no hace falta!

***

Ahora, ya son otros los tiempos y nuevas las oportunidades;

se aprecian mejor las cosas y tienen otro sabor las libertades;

se enfoca mejor todo problema, se convierte en más optimista,

y frente al desastre, existen nuevas soluciones y puntos de vista.

***

Hasta de los que siempre aparecen como críticos y envidiosos,

surgen nuevas las oportunidades de aprender -como estudiosos-,

sin enfermarse y sin resentirse de esa egoísta ponzoña venenosa,

teniendo a mano el sano remedio, que es bajo una lupa estudiosa.

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Pronto, tarde o temprano, llegará una señal que marca el camino

por el cual se debería transitar, tranquilo, en paz y con buen tino,

disfrutando el vivir, compartiendo con los amigos que uno quiere,

desdeñando malos momentos y a alguna persona que a uno hiere.

***

De esta manera, los astros, sus celestiales órbitas acomodan,

para bendecir a quienes sus frustraciones les incomodan,

consiguiendo que quien logra ser lo que quiere ser,

pueda intentar dejar de ser lo que no quisiera ser.

***

En nuestra Vida, es un milagro; y de eso se trata.

Lograr Ser y que en el final quede -como una posdata-,

que uno sea lo que quiere ser -como bendición y como mandato-,

pues, si yo lo logro, obtendré el premio de Ser lo que soy y lo que trato.

***

 

Eduardo Faucheux

17-06-2019