No soy yo y no eres tú, no soy la que habla ni tú el que escribe, no soy tu alma ni tú me sigues, ya no hay calma ni la tempestad nos persigue, nos queda la nada, nos queda el vacío del pozo del que manan las aguas del olvido...
Nos queda lo vivido, y más nos queda lo perdido, horas se hicieron años, tiempo separados llenos de daños y engaños no definidos...
Dos vidas en diferido, cuántas dudas, cuántos quejidos... la suma de la diferencia en la resta de nuestros sentidos, multiplicando indiferencia por las dos partes, era la inconsciencia de un hasta que te hartes y partimos las artes con el as en el descarte...
Dejamos de repartir cartas a Descartes, destronamos su filosofía convirtiendo en fría la poesía por la que brindamos un día, un rap que no olvidaría, siempre fue a mediodía porque la medianoche era tardía...
Al fín lo harías, tarde o temprano nos olvidarías, cada uno a lo suyo y aún así no entenderías que nuestra magia con el tiempo se apagaría...
Lejanía... por trabajo, por peros...por tonterías, te anhelo, no puedo callármelo, es como el caramelo que no dura al masticarlo, dolor que no tiene cura, ansiedad que me tortura por seguir esperando...
Una letra para vivir, un poema para morir, canciones para existir y no desaparecer, lograr soñarte aunque no vuelva a ver amanecer, sentir vida y que deje de sangrar un poco la herida en cada anochecer...