Eduardo Rozo

Fragmento \\\\\\\"El Tercer Oido\\\\\\\"

Quien me hablaría por un tercer oído? Si es que llegase a tener un tercero pero en este caso no es así, solo he descubierto dos; por uno charlo con el diablo y por el otro escucho a Dios, cualquiera se cortaría la oreja izquierda con tal de escaparse del cachón y otros le pondrían al oído que queda, un altar o hasta una cabina de voz para que el resto del mundo escuchase a Dios, pero no, no es tan sencillo aprovecharse de lo divino… bueno, si lo es pero no me apetece vender y al mismo tiempo  desconocer la contraparte de la leyenda toda poderosa, amorosa e igualmente vengativa llamada Jehová.