RIMUZ

EN MEMORIA DE COMPAÑEROS FALLECIDOS PREVIO NUESTRO ENCUENTRO


Busco un lamento suficiente e incipiente para traer vuestra presencia ante nuestros nombres que aún cantan.


Una a una se desfloran las estrellas y requerimos cánticos vikingos para celebrar el respirar en vuestros nombres ligados a nuestras entrañas llamándoos.


Esperamos que el cielo haya fundido vuestras tristezas y que ellas sean agoreras de nuestra devastación por venir.


Haremos con brindis una capa que alcance para abrigar vuestros recuerdos y conducirnos de aquí hasta la entrega de nuestro pecho.


Entre precolombinos, recordándonos grandezas olvidadas, con la brevedad de los recuerdos tallados en las fisuras de nuestras almas vuestros gestos nos llaman.


Con nuestro canto seguiremos alabando a Jesús sabiendo en su reconciliación nuestra esperanza.


La tristeza no alcanzará a tocarnos en nuestra tarde de juerga. La habremos exorcizado en orgullo y olvido.


Mas este domingo es vuestro.


Va un padre nuestro para aliviar el temor y un Ave María para pulir nuestra grandeza.


Que el trago en tierra y la leve pausa de hoy sea la simiente de nuestra felicidad en días por venir hasta el encuentro cuándo la fiesta viva y se acabe.


Ya después, puede haber alguien más que brinde a nuestro nombre y así van las breves memorias sucesivas donde se proyecta al paso humano.

 

CIBORG MR