Jhon Deivy Torres Vidal

HUESOS RENDIDOS

Partido y viejo, con la edad cayendo

por la cuesta empinada de sus años,

avanza tropezando aquel extraño,

foránea alma que cruzó rehuyendo.

 

En sus talones lleva de otros suelos

los climas y rasguños, es huraño

desde el cabello hasta sus tristes paños

cuando avanza arqueando lomo y cuello.

 

Paró en la esquina. Desmayó vencido

por el tirante agobio de su peso.

Con desconcierto todos han corrido

 

Y están rodeando sus rendidos huesos.

Aquel anciano en su longevo exilio

ha deseado morirse a su regreso.