Marcos Reyes Fuentes

VIUDEZ

 

La casa vacía,

los ruidos rotos;

La tristeza aún en la almohada

 y en las pupilas húmedas,

 aún tan nítida esa foto.

Tantos ayeres en el fondo del vaso

Un trago cualquiera mezclado con mis lágrimas

Y ese sabor a soledad con gotitas de fracaso.

Cuanto te extrañan mis oídos,

¡cuanto te extrañan!

Y la tristeza aún es polizonta en esa almohada.

Te necesitan mis manos

¡te necesitan!

Y mis labios solo saben de tu ausencia.

El segundero en este corazón dilata el tiempo

El espacio es cada vez más grande

Y más la inundación de tu vacío.

Cuanto te extrañan mis mañanas.

Y mis noches

 ¡Cuanto te extrañan!

No se perdonan

Que descuidaran tantos atardeceres.