Tete Soler

Ella

Sentidos que vuelven a aflorar,

como un torrente de ilusión, 

en un corazón adormecido,

esquivo a volver a amar.

Se desdibuja y se rehace en un tempestuoso oceáno de confusión,

un alma enseñada en solitario a vagar.

Ella,

fue engendrada en poesía para un poeta que no ansiaba recitar,

hecha canción para un juglar que no anhelaba cantar,

que emerge como un fragante soplo de aire primaveral,

en el cielo de un ave que había olvidad volar.

La mañana brota, fresca y jovial,

en un sinfín de imperecederas evocaciones,

que reaparecen  con desenfreno, como olas en el inmenso mar,

abatiendo la penumbra de veladas pasiones.

Ella, 

son los sueños felices, de las noches,

de quién se resiste a despertar.