Eduardo Rozo

Para recordar

Para recordar de donde has venido,

Separó el alma del cuerpo. 

Un ángel sin piedad se cruzó en mi camino, 

destruyendo mi mente , desmoronando mi razonamiento . 

 

La luz del sol me ciega, me quema y no solamente tus bellos ojos color canela. 

Acaso se quemaron tantos sentimientos después de la espera? O el amor no tiene esperanza en los que mañana mueran ? 

Como si eso rigiera en lo que nuestros corazones anhelan. 

 

Algo similar ocurre en lo más joven y nuevo, 

donde el ave imprime sus deseos en el árbol inexperto y sin más hablar, este deja caer sus huevos sin algún consuelo . 

 

 Dios no se me muestra de algún otro modo, 

más que en ese cabello mortal y hermoso;

Y lo amo a él, como adoro al sol, porque en ellos te reflejas vos.